Cuando era niño, la poesía me parecía que era para personas ególatras o indiferentes hacia la sociedad. Que nada más escribían por placer irracional (claro que hay placer racional) y que eran sujetos inadaptados. Actualmente las cosas han cambiado... creo que en la infancia había otro tipo de poesía.
Lo que está fuera de cuadro no lo está realmente. Una cosa es ver lo que te apatece ver, escuchar lo que te conviene escuchar y girar tu cuello y cuerpo cuando no deseas ver cosas desagradables que son reales. Lo más sencillo es esperar a que alguien más resuelva las cosas que no funcionan correctamente y tú te vayas a escoger la vida (choose life).
Puede haber particularidades bajo un sistema pero hasta estas cuestiones se rigen conforme a las reglas de redes semióticas.
El poeta no tiene poderes sobrenaturales, el poeta se vale de la palabra y su imaginación para rechazar la realidad del sistema. Cuando ve que las personas de su entorno se acostumbran a la pereza espíritual y material, busca los medios (el texto) para rechazar estas situaciones.
Cuando te leo o me lees, me escuchas o te escucho y hasta cuando nos atrevemos a escucharlo a él y se produce un enlace racional de entendimiento aunque sea bajo esa techumbre áspera y espesa, se conduce al significado.
Lo que está fuera de cuadro no lo está realmente. Una cosa es ver lo que te apatece ver, escuchar lo que te conviene escuchar y girar tu cuello y cuerpo cuando no deseas ver cosas desagradables que son reales. Lo más sencillo es esperar a que alguien más resuelva las cosas que no funcionan correctamente y tú te vayas a escoger la vida (choose life).
Puede haber particularidades bajo un sistema pero hasta estas cuestiones se rigen conforme a las reglas de redes semióticas.
El poeta no tiene poderes sobrenaturales, el poeta se vale de la palabra y su imaginación para rechazar la realidad del sistema. Cuando ve que las personas de su entorno se acostumbran a la pereza espíritual y material, busca los medios (el texto) para rechazar estas situaciones.
Cuando te leo o me lees, me escuchas o te escucho y hasta cuando nos atrevemos a escucharlo a él y se produce un enlace racional de entendimiento aunque sea bajo esa techumbre áspera y espesa, se conduce al significado.
En medio de la guerra, el poeta no puede hablar de palomas.Jesús Rodríguez Gurrola.
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