En estas páginas podría abrir el corazón como libro, partir mi mente como sandía y compartir mis nutrientes como semillas que se plantan en terrenos virginales. Podría seducir las satisfacciones que dos versos, frases o párrafos procuren a tu antojo de verdad, a tu miel de consistencia. Podría enamorar a tu corazón con un suspiro de sueños, con un halo de la fragancia que emana el centro de mi infantil alma. Pura y gentil como los besos que se dan con los ojos cerrados. Podría hacerte mía, con tan sólo tocar la melodía exacta que abre tus puertas. Podríamos cerrar el pacto abriendo la noche... abriéndonos hacia nosotros mismos en este brillo nocturno.
15 de diciembre de 2009
7 de diciembre de 2009
Payaso
En el trajín vayvenoso de la tarde, un payaso sube. Cuenta sus chistes sin incendiar ninguna boca, sin alterar ningún bolsillo. Camina de un lado a otro del camión. De súbito, en un halo milagroso, mira a la joven rubia sentada junto a mí. La observa y le dice: Cásate conmigo. Ella palidece, como lo haría cualquier tapatío al ser embestido por un artista público. No responde. El payaso acecha. Se acerca. Pone una cajita en su mano y le repite: Cásate conmigo. Se quita la peluca, los lentes. Se vuelve hombre, la mira y le repite: Cásate conmigo. Entonces, invadidos por la ternura, nuestras almas empezaron a reír y aplaudieron.
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