Bien podría esperar a que llegue una nueva oleada de furor descriptivo, literario y epistolar. Sin embargo, si actúo de esta forma la elipsis sería demasiado sustancial, abarcaría un lapso más largo que corto y mi memoria me impediría registrar ciertos episodios recientemente acaecidos.
Avancemos gradualmente. Primero, lo más referencial. Acaban de pasar las fiestas navideñas, celebradas junto con mi familia de modo familiar y por supuesto con el Niño, el buey y la mula:
Avancemos gradualmente. Primero, lo más referencial. Acaban de pasar las fiestas navideñas, celebradas junto con mi familia de modo familiar y por supuesto con el Niño, el buey y la mula:
El hecho es que los propios animales se sintieron alegres. Nadie les había reconocido ningún mérito en la vida. Y he aquí que estaban calentando al Señor del universo en forma de niño.
Yo, por otro lado, no sabía que existieran tantos cuestionarios para evaluar la calidad de vida de los seres humanos. Es un poco melancólico ponerse a pensar que hoy en día la gente necesita "encontrar" en qué invertir su tiempo libre, las actividades que hagan su tiempo de calidad. Como si pudiéramos separar nuestro estado de ánimo automáticamente al clasificar nuestras acciones. Como si una sonrisa en la escuela, la casa o el trabajo, no tuviera el mismo valor al realizarse en un acuario, al leer una novela o al mirar la televisión.
Bueno, realmente no estoy escribiendo algo coherentemente pensando, más bien estoy haciendo free style. Y es que en los últimos días no he tenido ánimos para sentarme a escribir algo en concreto. Quisiera enunciar que ya terminé de leer el libro de Milán Kundera titulado "La inmortalidad" y que quedé cautivado por esta novela. No se le parece a nada que haya leído antes, bueno, tienes aires de Roberto Bolaño y probablemente de El Quijote. Además de que hace referencias a muchas obras artísticas y autores más, como Goethe, Hemingway, Aristóteles, Beethoven o al mismo Kundera.
Terminaré de leer "Rojo y Negro" de Sthendal que lo tenía en estado de pausa por cierto. Además, buscaré actualizar mi base musical de datos, se aceptan sugerencias. En los últimos días he descubierto algunas cosas amables al oído.
Además, estoy en un provisional entorno de incertidumbre. Al principio pintaba como algo meritorio de un espíritu irreprochablemente fuerte de corazón, pero ahora lo veo también como un duelo amoroso entre la voluntad y la dignidad personal. ¿Dónde habitará el eco del siguiente poema teledirigido a una interlocutora con nombre y apellido?
i carry your heart with me(i carry it in
my heart)i am never without it(anywhere
i go you go,my dear;and whatever is done
by only me is your doing,my darling)
i fear
no fate(for you are my fate,my sweet)i want
no world(for beautiful you are my world,my true)
and it's you are whatever a moon has always meant
and whatever a sun will always sing is you
here is the deepest secret nobody knows
(here is the root of the root and the bud of the bud
and the sky of the sky of a tree called life;which grows
higher than soul can hope or mind can hide)
and this is the wonder that's keeping the stars apart
i carry your heart(i carry it in my heart)
ee cummings
Y es que el aceite de este fuego no es inmortal, como se piensa muchas veces, ni orgánico ni mucho menos clarividente. Hay una inextricable ceguera que la razón no ilumina, y que es precisa solo por los senderos del sentimiento. Quizá sea eso lo verdaderamente inmortal en el transitar humano por la existencia de su propio yo.
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